domingo, 7 de diciembre de 2025

Ecos de Tlalpan

 Comenten mensaje largos hdspm!!! Los tkm

 


La observé desde la esquina de la Avenida de Tlalpan, bajo la luz neón de un Oxxo. La Güera se apoyaba en una columna de concreto, su falda de vinilo negro tan corta que casi mostraba sus nalgas. La chamarra de mezclilla rasgada en los costados, dejaba ver sus curvas. Respiré hondo. El aire olía a tacos al pastor y gasolina, pero cuando ella alzó el cigarrillo a sus labios carnosos. Era perfecta! Su cuerpo es todo lo que yo deseaba

Hace unos días me animé a hablar con Fanny una chica, que es muy mi tipo, sexy, sentido de la moda y música pero pinche vieja puta ofrecida. Cuando le dije que quería algo con ella. Me dijo que no estaba interesada en mí, que tenía novio.  me rechazo. 

Siempre he tenido claro que las mujeres lo tienen fácil en esta vida. Para qué van a estudiar o esforzarse, si su verdadero negocio está entre las piernas. Nosotros, los hombres, nos partimos la madre trabajando, mientras ellas sólo tienen que pararse en una esquina, parar las nalgas, sonreír y ya. Llueve el dinero. Esa es la puta jerarquía, así de simple. Y por eso estoy aquí, viéndola a ella. Para recordarme que al final, por mucho que se den, todas terminan reducidas a lo mismo. 

Es por eso que aquí estoy verla en sus tacones blazers de 19 cm mientras esta bajo el paraguas esperando a clientes, solo un par de horas y ya se hizo de lana para toda la semana. Mientras que yo aquí mendigando es por eso que las morras no me quieren si tuviera suficiente dinero haría más cosas.

—¿Te vas a esconder toda la noche, morrito? —Su voz era ronca-. Por quinientos te las enseño

 

Nuestras miradas se habían topado, siendo ella la que tomó la iniciativa.

Mis dedos se aferraron al poste de luz. La idea de cambiar cuerpos con es puta, me parecía erotico,  pero necesito Chingo de  lana, solo 4 horas y ya tengo para un año. Pero ahora, viendo cómo La Güera se acomodaba los pechos fuera del escote, no pude evitar sentir mi erección. La idea de ser yo el que se acomoda ese escote, me hizo sentir exitado.

Lentamente me acerqué, notando como me veía de pies a cabeza.

— No estás nada mal, pero no estás muy morrito para esto?

Me encogí de hombros esperando que no notara la vergüenza en mi rostro.

— mmmmh nose niño, no me agrada la idea de que estés aquí


-t…tengo 1500

Ella los vio como si fuera oro, pinche puta, se rebajaba por dinero tan fácil. 

Ella agarro los billetes y se los metió al escote mientras, me dijo con los dedos que la siguiera empezó a caminar. La segui. el eco de sus tacones sobre el asfalto TIC TAC TIC TAC. Ese traqueteo de sus tacones y sus cadenas de bisuteria barata

Llegamos a un motel de mala muerte, “casa silencio”, fue extraño, no tenía luz, ni cámaras . la güera me agarró el brazo y se ofreció a pagar la habitación, viendo como sacaba un fajo de billetes directamente de su escote con una sonrisa burlona hacia el recepcionista, que solo gruñó y murmuró: "Pasillo al fondo, a la derecha". 

Entonces me tomó del brazo, sus manos frias con esas uñas postizas me estaba haciendo cosquillas, mientras me llevaba hacia la habitación… el cuarto del motel olía a cigarros y humedad. La Güera, ni bien entramos, deslizó sus uñas postizas por mi pecho mientras yo balbuceaba:




—Q-quiero que seas….suave-. balbucee sintiendome como un retrasado. Ella rió- tranquilo niño, yo guio- mostrando su escote, podría jurar que casi se le salían.



Antes de que pudiera reaccionar, sus labios chocaron con los míos. Su lengua sabía a tabaco y chicles trident. Mientras ella seguía, yo solo cerré mis ojos y me deje llevar, esta sucia puta iba ser mi primera vez. Me deje llevar intendano borrar de mi mente a esta fanny, Fanny con mini vestido azul. Ese rencor de haber sido rechazado por ella al no serle suficiente economicamente más duro me ponía, debí coger con ella, no con esta, pero necesito de su cuerpo para hacerme de dinero.



 

 El espejo empañado reflejó nuestros cuerpos desnudos… ni siquiera me di cuenta de ello y luego solo su cuerpo arqueándose sobre mi, era mi primera vez y lo estaba haciendo con una prostituta, todo fue tan rapido. Estaba temblando aún porque es mi primera vez



No pasó ni 5 minutos y ya me había corrido. —uy niño, que poco aguante eh—. Se sacó el condón con mis fluidos y lo puso por aparte. 

Era ahora o nunca. El corazon me latia en el pecho, sentia miedo y emocion. Con una mano temblorosa, agarre el medallon antiguo que colgaba en mi cuello, del que me  encontre en un tianguis raro de esoterismo. La bese de nuevo, con desesperación mientras trataba de concentrarme en mi erección, tenía que correrme en ella a como diera lugar, usando el medallón cambiaría con ella.

 


—iOye, cabrón! —gritó ella, empujándome—. ¿Qué haces? iSin condón cuesta el doble! Pero ya era demasiado tarde. Una luz cegadora, un vértigo insoportable... y luego, la nada. Desperté con la cabeza dando vueltas, como después de una borrachera monumental. Mi voz... no salía. Mis brazos... sentían diferentes. Más delgados, cuando reaccione sentí los pechos pesados, sudorosos- se aferraban a las sábanas del colchón. Busqué desesperado entre las sábanas arrugadas algún rastro de mi cuerpo anterior, hasta que lo vi. Recobrando la conciencia igual que yo.

—¿Qué... qué me hiciste, pinche escuincle? —la voz era la mía, pero eI grito era de ella—. iRegrésamelo! —iEspera! —supliqué, y mi nueva voz sonó estridente, asustada— Podemos volver. EI medallón... solo necesito que me escuches. Ella —yo—— se puso de pie, tambaleándose, mirando sus nuevas manos grandes y torpes. La ira en su rostro (mi rostro) era aterradora. —¿Y qué planeas, escuincle? — escupió. —Yo... solo quería saber... —tragué saliva, sintiendo la vulnerabilidad de este cuerpo—. Quería sacar provecho del cuerpo de esa puta pero necesitaba convencerla. -fue el medallon necesita de la intimidad para que funcione otra vez

Ella se quedó quieta, procesando. Sus ojos (mis ojos) recorrían su nuevo cuerpo desnudo, la erección que empezaba a formarse, la situación absurda y terrible. La vi conectar los puntos. —Me estás diciendo —ciijo, con una calma helada que era peor que sus gritos— que por tu vida de mierda, porque ninguna chica te hacía caso, usaste ese truco de mierda para robarme mi vida. ¿Para "experimentar"? Asentí, incapaz de hablar. La vergüenza me quemaba las mejillas.

Ella miró el medallón, que ahora colgaba del cuello de su nuevo cuerpo. Una sonrisa fría y terrible se dibujó en sus labios. Mis labios. —Y la forma de cambiar es... volver a hacerlo. ¿Cierto? Asentí de nuevo, pero una punzada de hielo me recorrió la espina dorsal al ver cómo su mano bajaba hacia la nueva erección. No era un gesto de deseo, sino de pura determinación vengativa. —No —susurré, retrocediendo—. Espera, podemos hablar... —iAhora sí, cabrón! —rugió, y con la fuerza que antes era mía, —iAhora sí, cabrón! —rugió, y con la fuerza que antes era mía, me agarró de los brazos y me sometió contra el colchón—. iVas a saber 10 que se siente que te violen cabron!

Me agarró con mi fuerza, mientras se masturbaba para ponerse dura, me iba a hacer lo que yo le hice. Me iba a violar!

Yo traté de oponerme mientras me abría de patas. Increíblemente sentí como me metía mis dedos a su vagina…

Ahora si cabron, sabrás que se siente ser una pinche mujercita, no es lo que querías?

Yo sentí un miedo irracional, sentí frío al saber que me la iba a meter de la misma forma en la que la obligue pero almenos ella ya estaba húmeda.



No fue cuando se agarró el pito y dejó mi pierna sin su agarre que la pate con toda la fuerza. Nose que pasó la adrenalina del momento pero su fuerza de sus piernas hicieron que lanzara una patada a su pecho con toda mi fuerza. Fue un movimiento brusco, inesperado. Ella —él— yo— soltó un gruñido de sorpresa, perdió el equilibrio y cayó hacia atrás. EI sonido fue seco, hueco. Su cabeza (mi cabeza) golpeo contra la esquina filosa de la mesita de noche.

Cuando me levante bien, el sonido del cuello me hizo helarme. —No no no—

Me abalance sobre mi cuerpo desnudo, —despierta, despierta reacciona no mames— quería llorar! —Despierta— pero al momento de voltear mi cuerpo y encontrarme cara con mis ojos, estaban abiertos sin reacción alguna. —ahhhhh—Grité me sentí asqueado, rápidamente me levanté con mareo del miedo, encendí la luz y vi el espejo del baño, un dolor en mi parte intima, no como cuando te duele los testiculos sino en la vagina, su dolor era mío. -nooo..no!-. Dije mientras me estrujaba la vagina pensando que era un mal sueño. 

Intenté respirar, pero el aire olía a muerte. Corrí hacia el retrete, pero los tacones —esos malditos zancos de 12 cm— traicionaron mis tobillos, me doble el tobillo y caí de rodillas estrellándose contra el suelo. El vómito llegó entonces: ácido, quemante. 


Después de vomitar, el zumbido en los oídos se volvió menos fuerte . Me arranqué los tacones y apoyé la frente en la tapa del inodoro. El sudor frío resbalaba entre mis nuevos pechos



Que voy a hacer es lo único que pensaba.  Estuve meditando desnudo. Pensé en que si me descubren van a pensar en que la asesine, aunque así fue. Rápidamente busque entre sus pertenencias, mientras el temblor de ser descubierto de me acechaba, trate de ponerme el bra, pero mis manos temblaban y no podia, asi que solo me puse su blusa blanca, su tanga y la falda de cuero, los tacones no era opción salir en ellos. Así que me fui descalzo. Salí lo más rápido posible, evité al encargado aunque en este punto no creo que nos haya puesto atención en ese motel de mala muerte. Cuando salí me dirigí a la esquina en una mano tenía los tacones y en otra la bolsa. Corrí y entonces la vi: una patrulla. El corazón se me detuvo. "Van a descubrir que me maté a mí mismo". Pero el coche pasó de largo; los policías solo deslizaron una mirada lenta, pesada, desde mi escote hasta la cintura, deteniéndose en las gotas de sudor que resbalaban entre mis pechos sin sostén. Ni siquiera miraron mis pies descalzos.

No recuperé el aliento hasta ocho calles más allá, en un parque japonés donde la tranquilidad era ajena a mis pensamientos y todo lo que sucedio en cuestion de minutos. Seguía temblando, la imagen de mis propios ojos vidriosos y sin vida quemándose en mi retina. El estómago se me retorció de nuevo, vomite pero solo escupi baba.

Registré sus cosas. En su cartera encontré una identificación con una foto donde ella sonreía,un celular, condones chicles dinero y maquillaje. Por suerte, el iPhone no pedía código. Solo tenía una idea clara: no podía volver a mi antigua casa ahorita.

Abrí Uber. La aplicación ya tenía guardada una ruta a "Casa". Supuse que sería la suya. Apreté el botón y esperé.

Al subir al auto, el silencio del conductor me pareció una bendición. Me hundí en el asiento trasero, tratando de fundirme con la ventana, de creer que todo era una pesadilla de la que pronto despertaría. Hasta que lo noté.

Sus ojos me encontraron en el retrovisor. No era una mirada casual, era descarada, desde mis nuevos pies descalzos, subiendo por mis piernas desnudas, deteniéndose con obscena fruición en la curva de mis muslos, en el lugar donde la falda se recogía, en la hinchazón de mis pechos bajo la blusa pegajosa. Cada vez que yo bajaba la vista, encontraba los suyos fijos en mí, esperando. El aire se volvió espeso, caliente. Yo era un trozo de carne.

Todo el viaje fue un lento y aprovechaba cada tope para ver mis senos moverse. Pero su momento más descarado llegó al final. Frenó y se giró por completo, sin disimulo, sus ojos recorriendo mi cuerpo como si lo desvistiera.

—Señorita, ya llegamos —dijo. Su voz era un hilo ronco. Hizo una pausa, y una sonrisa húmeda se le dibujó en los labios—. Oiga, perdone que sea tan atrevido... pero ¿usted es una de esas, verdad? De las que... les gusta enseñar.

Antes de que pudiera responder, su mirada se clavó en mis pies descalzos sobre la alfombra sucia del auto. Y entonces lo vi. Mientras sostenía mi mirada, su mano derecha bajó lentamente hacia su entrepierna. La presión del pantalón de vestir ya no podía ocultar la abultada erección. Con deliberación nauseabunda, comenzó a frotarse, a masajearse a través de la tela, sin apartar los ojos de mí. Su respiración se volvió un poco más pesada.

Una oleada de asco y pánico me recorrió. Abrí la puerta de un golpe y salí casi cayéndome.

—¡Ahh, pinche puta! —escupió él, ya sin ningún filtro—. ¡Pero así de zorra te recogí! ¡Che vieja!

Entré al edificio con las piernas temblorosas. La puerta del departamento se cerró a mis espaldas y, antes de poder dar dos pasos, el mundo giró y se desvaneció. Me desmayé.


Hola, queridos lectores, me ausente un muy largo tiempo pero ya estoy de vuelta. Les traigo esta historia. Denme sus opiniones,  que dirección creen que vaya


Subiré la siguiente parte a finales de mes. Ya que aun sigo con cosas de la escuela :/.


miércoles, 19 de febrero de 2025

Actualización del blog 2025

 Hola, solo quería avisarle un par de cositas. La primera es que estoy concursando en la dinámica de Karina. 

https://karinabodyswap.blogspot.com/2025/02/blog-post_251.html

Estoy participando como mejor historia Tg la cual es "Viviendo mi fantasía como mi madre.

También estoy participando como: "Mejor Blog tg y Mejor Escritor Tg."

Tambien le aviso que las próximas entradas se vienen... cargadas con historias románticas por el mes del amor. Y próximamente tendrán la historia más oscura, talvez grotesca y erotica que eh preparado (cambio con una prostituta)

Así mismo la continuación de la historia de "Viviendo mi fantasía como mi madre" esta casi lista.

Pero si no veo comentarios la verdad no se antoja subir mucho eh!!! No cierto, pero mínimo comenten!!








sábado, 1 de febrero de 2025

SACANDO PROVECHO!!! (Remasterizado)

Hola, hace años quería hacer una remasterización y continuación de esta historia: UN CAMBIO DE CUERPO: SACANDO PROVECHO!!!


Desde que me inicié en este mundo de los blogs de body swap, este blog fue de los primeros que leí. Me encantó toda la temática, incluso de esteas caps viene un poco mi fetiche del body swap con MILFS. Muchas gracias a 

M86

Y con el debido respeto y honrando tu trabajo:



 Desde que mamá descubrió su habilidad para intercambiar cuerpos, mi vida se convirtió en un suplicio. Cada compromiso que le fastidia -reuniones familiares, citas escolares de mi hermana- se convierte en mi pesadilla. Hoy, en el 85° cumpleaños del abuelo paterno, vuelvo a ser su rehén: mis planes de ir a la playa con miz amigos se esfumaron cuando desperté en SU cuerpo, atrapado en este vestido ajustado y estos tacones que me torturan los pies.



Lo peor no es fingir sonrisas entre tíos ni soportar los comentarios machistas del abuelo. Lo aterrador comienza ahora: el viaje de regreso a casa, solos. Papá cree que soy ella, y mamá me advirtió sus planes de "recuperar el tiempo perdido" durante su semana juntos. Mi hermana está con mi prima, y mamá... mamá está en MI cuerpo, disfrutando mi viaje a la playa. 

Mientras acomodo el bolso en el maletero, evito el reflejo en el espejo. Ver su rostro en mis gestos me provoca náuseas. Papá me toma la cintura con esa familiaridad conyugal que me paraliza. 


"Estás preciosa hoy", susurra. Su aliento a whisky me eriza la piel.

Cierro los ojos, concentrándome en las olas que mamá debe estar escuchando ahora. ¿Cuántas chicas habrá conquistado hoy con mi voz? Ayer fueron tres, según su mensaje jactancioso. Rezo para que al menos use protección; mamá me advirtió que si este cuerpo queda embarazado... seré yo quien cargue las consecuencias. 

El motor arranca. Papá pone su mano en mi rodilla. 

"¿Te acuerdas de nuestra primera cita?", pregunta, dedos ascendiendo por mi muslo. 


Trago saliva. Mamá nunca mencionó este lado de su matrimonio. 

Sus dedos buscaban algo que no me pertenecía, en un territorio que mi mente rechazaba habitar. Cada roce era una aguja de hielo clavándose entre lo físico y lo mental. Me dividía en tres: el hijo que gritaba dentro del cráneo prestado, la mujer cuyo cuerpo traicionaba con respuestas automáticas, y el observador aterrorizado que contaba los semáforos.

El cuerpo reaccionaba con memoria muscular de dos décadas de matrimonio, humedeciéndose contra mi voluntad. Mi psique se encogía en un rincón, vomitando silenciosamente cada vez que sus uñas raspaban tejidos que nunca debieron ser míos. ¿Cuántas veces había hecho él esto con... con ella? ¿Con mígo ahora?"

El reloj de pulsera de papá brillaba bajo la luz del farol. Las manecillas avanzaban implacables mientras sus dedos jugaban a ser el péndulo de mi tortura. Cada minuto que pasaba me hundía más en este cuerpo prestado. 



 Cada caricia no deseada hacía vibrar la conexión entre mi alma y este cuerpo. Pequeños cortes de papel aparecían en la piel de mamá -mi piel verdadera-. Si llegaba a embarazarme... ¿quedaría atrapado aquí por un año? ,¡no mamá nunca haría eso!

En algún lugar de la costa, mamá usaba mi boca para reírse con mis amigos, su mano para acariciar la cintura de una desconocida. Mientras yo... yo contenía la respiración tratando de que este útero ajeno no se contrajera con nada que pudiera anclar mi esencia aquí.


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La playa olía a libertad. Mi mano —la mano de él, de mi hijo— acariciaba la cintura de Daniela mientras su risa de diecisiete años vibraba contra mi pecho masculino. Ella no lo sabía, pero este juego de seducción era idéntico al que Roberto ejecutaba conmigo cada noche: dedos que exploraban territorios ajenos, promesas susurradas como trampas, poder disfrazado de deseo.

"¿Siempre conquistas chicas así de fácil?", preguntó ella mordiendo el borde de su vaso de coco.




"Solo cuando el premio lo vale", respondió mi boca con su tono impostado, usando el mismo guión que mi marido recitaba cuando quería llevarme a la cama sin cena previa.  

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En algún lugar a 300 km de aquí, mi verdadero cuerpo gemía bajo las caricias de Roberto. Él lo habitaría ahora, víctima de mi propio engaño. ¿Sentiría el asco reptante que yo padecía cada vez que su padre le bajaba la cremallera del vestido? ¿Entendería por fin por qué necesitaba escapar?



Daniela me tomó de la mano hacia las amacaa. Su piel sudorosa se pegaba a la mía —a la de él— y por un segundo fantaseé con ser otra: la versión de mí que creyó que empoderarse significaba convertirse en el opresor.


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En la casa familiar (escena paralela):

Las sábanas olían a lavanda y mentiras. Roberto murmuró algo sobre mi cintura más estrecha mientras siento su besos húmedos en MI cuello —el cuello de ella, de mamá—. Cada roce activaba respuestas fisiológicas ajenas: el cuerpo femenino se arqueaba con memoria hormonal, mientras mi mente se fracturaba.






"Estás diferente hoy", jadeó él clavando uñas en MIS CADERAS.  



Claro que estoy diferente, quise gritar. Soy tu hijo atrapado en la piel de la mujer que me crio y dio a luz.





Las imaginé vacías para siempre, fantasmas de un yo que se disolvía entre el sudor conyugal y la sal playera. Daniela gemía ahora en alguna duna, creyendo entregarse a un chico de 19 años, no a una madre cuarentona que jugaba a ser su hijo.




jueves, 26 de diciembre de 2024

Fin de año nuevo

 ¡Que onda gente bonita! Ya casi se acerca el cierre de año, y pues la verdad no tengo mucho preparado. 


Así que tienen de dos sopas, publico las imágenes editadas que he hecho todo el año o publico la primera parte de mi historia en donde un chico de 18 años se convierte en la hermanita de su hermana de 15.






O

Historia 

Mi hermanita me agarró y me sometió fácilmente. Al ser jalado por mi hermana, que físicamente era más fuerte que yo, me puso frente al espejo. Reflejada en él estaba una niña de 14 años, con una estatura de 1.50 metros, vestida de rosa y con una diadema blanca que le pertenecía. Ya no era un chico de 24 años, sino su hermanita menor. Me sentí humillado al ver a  esa pequeña niña débil. Ella notó mi reacción de incomodidad,  quería evitar a toda costa verme al espejo desde que me convertí en niña, pero eso no importaba ya.


empecé a sentir más rencor hacia mi hermana, pero no sabía por qué no quería gritarle; solo empecé a llorar. "¡Maldita sea!... Esto no es justo". Me fui a mi habitación y me encerré. No era justo; ahora era su hermanita menor y me ganaba por un año ahora.


 Mientras dormía, entró una figura en mi habitación y se acercó a mi cama. Era mi hermana, que puso unos auriculares encima de mí mientras reproducía un audio de autosugestión: "Tú eres una niña linda, tú eres femenina, tú no dices groserías, tú eres la mejor hermana que cualquiera puede tener, eres atenta y femenina, las mujercitas no dicen malas palabras.".



domingo, 1 de diciembre de 2024

¿!Viviendo mi fantasi como mi madre?!

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.

viernes, 10 de mayo de 2024

En los tacones de mi propia madre p4 (Especial Mayo)


Hola,gente del blog, llevaba mucho tiempo sin actualizar la página, me costó trabajo poner esta cuarta parte tanto por las imágenes que síes algo muy complicado de elegir, el tipo de lenguaje que use (no creo hacer más historias así, dentro de un tiempo xd) y mis tiempos.Neta espero que comenten como minimo 30 comentarios y que opinen que les pareció el uso de las descripciones que hice. Y esto fue por Mayo, aun sigo pensando en traer historias todo el mes de Mayo, relacionado a esto. Así que si tiene alguna idea son libres de comentar

Un hijo que por medio de un grupo cambia cuerpos con su madre. El chico ahora es su madre en cuerpo y mente, pero todo Cambio siempre con lleva un sacrificio.



Mientras mamá o más bien mi hijo se fue yo me quedé a solas con papá. Tenía en mente algo. Camine hacia la puerta del cuarto principal, con mis tacones altos haciendo ruido en el suelo cada clic que hacen mis tacones en el piso de madera me parece sumamente erotico,



veo que papá trabajando en su computadora, me paso por detrás de el y con mis suaves manos le hago cariño en la cabeza, papá mueve su brazo hacia mi pequeña cintura, apoyando su mano en mi trasero suave y redondo, apretándole rápidamente, haciéndome estremecer al saber que él piensa que yo soy su esposa. Con cada clic de los tacones altos de mi madre, siento que mis suaves pechos se sacuden como dos montículos de gelatina en el sostén de mi madre. 


¿Qué haces? Me inclino viendo hacia la computadora, dando una buena vista de mi escote y mi trasero a mi padre. Puedo ver a mi padre observándolos por el rabillo del ojo, tratando de no ser obvio al respecto. ¡Como si me importara! Estoy redactando unos correos para los clientes. Yo puse toda mi atención en el pero mi atracción por el era innegable, yo lo veía con las misma atracción que cuando veía unas tetas. Estaba hipnotizado por su manera de hablar, su voz varonil. Así que pensé en poner a prueba algo de lo que después me arrepentiría.  Agarre y lo tome por la camisa para besarlo, solo quise hacer una pequeña prueba, no supe cuanto tiempo estuvimos asi Papá y yo.



Ninguno de los dos sentía la necesidad de moverse. Finalmente, con una expresión extraña en su rostro, mi padre preguntó vacilante: A que se debe eso?" Me avergüenzo intensamente evitando contestar. Me excuso diciendo que deje algo en la cocina. Me quedé sin aliento después del beso, no sabia que contestarle y más raro es que me humedeci.


Una mirada de decepción cruza el rostro de mi padre. Me doy vuelta y regreso a la habitacion.  Siento sus ojos fijos en mi trasero mientras salgo del estudio, observa cómo mis nalgas se flexionan con cada paso que doy sobre los talones de mi madre. Sonrío al pensar que estoy excitando a mi padre con solo caminar por un pasillo. Me encanta el poder sexual de una mujer bonita y saber que soy ella.



Continúo por el pasillo hasta la sala y me detengo frente al espejo nuevo. Que demonios meesta ocurriendo,  por que carajo besé a mi padre, me sentí cálido y pegajoso en este cuerpo. Queriadejarde pensar en eso así queagarre un poco de vino, al momento de probarlo podía sentir a través de las papilas gustativas de mamá, su sabor sdulce con un sabor afrutado y a ciruelas. Mientras me relajo tomando vino, sintiendo las grandes diferencias del paladar de mamá y el mío. Mi padre se acerca detrás de mí, atrapándome entre sus fuertes brazos y apoyando ligeramente su barbilla sobre mi cabeza. Miro nuestro reflejo en el espejo. Mi padre con sus brazos alrededor de su esposa, una mujer atractiva y madura, su brillante cabello  cayendo en suaves ondas junto a su hermoso rostro, su profundo escote exhibido dentro de una chaqueta color melocotón, sus manos entrelazadas sobre su suave vientre sobre la V plana en el entrepierna de sus pantalones cortos ajustados. Siento que su miembro se vuelve cada vez más duro mientras presiona entre las mejillas de mi trasero redondo, mi sonrisa se hace más grande a medida que su verga se hincha.



Anticipando lo que está por ocurrir, mis pezones se ponen tan duros que me duelen por la necesidad de tener la verga de mi padre dentro de mí. 



Mi vagina  se hincha aún más con mi excitación, volviéndose aún más húmedo. Me giro entre sus fuertes brazos, presionando mis grandes y suaves pechos contra su amplio pecho. Levanto mis delgados brazos e inclino la cabeza para recibir un profundo beso de mi padre. Él rápidamente obedece, forzando su lengua entre mis labios carnosos. Me quedo flácido y mi suave cuerpo se amolda al suyo, tal como lo habría hecho mi madre. Presiono mi suave vientre contra la dureza de su verga. Incapaz de controlarme, froto mi mano contra su miembro una y otra vez, por la intensidad de mi necesidad de tenerlo dentro de mí donde pertenece.



Las grandes manos de mi padre comienzan a frotar de arriba abajo mi trasero suave y redondo. De alguna manera, sé que está mirando en el espejo la línea de mis bragas. Tal como me dijo mi madre cuando me paré frente al espejo con sus sexys bragas.


Un suave suspiro de satisfacción se escapa de mis suaves labios mientras mi padre continúa frotando su mano arriba y abajo por la curva de mi redondo trasero, dándole un suave apretón ocasional.


"Todo bien, cariño", preguntó papá.


"Oh, sí, querido. Todo es perfecto", respondo, mi voz suave y sexy llena de deseo. "Este ha sido un día maravilloso. Estoy muy feliz".


"Déjame ver si puedo hacerte aún más feliz", dijo papá con voz ronca, mientras me desabrochaba la chaqueta. Momentos después, papá desliza la chaqueta de mi madre por mis hombros estrechos dejando al descubierto su sostén. Mi padre deja caer la chaqueta al suelo mientras bebe la vista de mis pezones rígidos jugando al escondite a través del encaje del sexy sostén de mi madre.


Papá me besa suavemente en mis suaves y tersas mejillas, en mi esbelto cuello y luego en la suave parte superior de mis redondos senos.

S


 Jadeo con cada beso mientras siento algo apretarse profundamente dentro de mi vientre suave y redondo. Mi vagina  está cálida y húmeda. Mientras papá continúa besando la curvatura de mis senos por encima de las copas del sostén de mi madre, siento que se acerca detrás de mí. Sus dedos grandes y gruesos tienen dificultades para agarrar la pequeña lengüeta de la cremallera. Finalmente, escucho el sonido de la cremallera mientras mi padre la baja lentamente. Siento que mis pantalones cortos se aflojan en mis caderas, ya no están apretados contra mi vagina . Papá los tira hacia abajo sobre mis caderas anchas y femeninas y mi trasero suave y redondo hasta que se deslizan por mis piernas suaves y delgadas hasta formar un charco en el suelo.


Rápidamente me quito los tacones, dejando los pantalones cortos y los tacones altos de mi madre amontonados en el suelo del dormitorio. Mi respiración se acelera a medida que aumenta mi deseo, mis pechos grandes y suaves se agitan dentro del sujetador rosa de encaje de mi madre. Me agacho y meto mis delgados dedos dentro de la banda elástica de las pantimedias de mi madre. Sin prestar atención a posibles daños, rápidamente empujo sus pantimedias hacia abajo sobre mis caderas anchas y mi trasero redondo, deslizándolas por mis piernas suaves y sin pelo lo más rápido posible. Segundos después, me paro frente a mi padre vistiendo sólo el sexy sostén y las bragas de mi madre.

S





Mi padre me mira como si buscara alguna señal. Su mirada se detiene en la suavidad plana donde se unen mis piernas, en la mancha oscura en las bragas de mi madre debido a mi intensa excitación. Su mirada recorre la curva de mis anchas caderas, más allá de la curvatura de mi suave vientre, hasta mis grandes pechos. Él mira mis suaves pechos, mis pezones y mi areola como si los viera por primera vez. Tiemblo mientras papá pasa suavemente sus dedos por mi escote, acariciando los lados suaves de mis grandes pechos que descansan en el sujetador de encaje de mi madre.


"¿Ves algo que te guste?" Pregunto en broma, con una pequeña sonrisa en mi rostro. Su mirada se desplaza hacia mi cara, observando las pequeñas arrugas en las comisuras de mis ojos, la forma de mi pequeña nariz inclinada hacia arriba, mis mejillas redondas, mis labios carnosos y suaves, mi cuello esbelto. Me estremezco de deseo mientras mi padre pasa suavemente su gran mano por mi espeso y suave cabello hasta mi pequeña cintura.


Nuestros ojos se encontraron y la risa se apagó instantáneamente. Antes de darme cuenta de lo que estaba pasando, cerró los escasos centímetros que nos separaban y me besó. Tal vez fue el vino o tal vez fue la locura general del día, pero esta vez no me inmuté. No sólo acepté su beso, sino que se lo devolví agresivamente, agarrando su cabeza con ambas manos y acercando sus labios a los míos. Comenzamos a besarnos apasionadamente, nuestras lenguas se metían hambrientamente en la boca del otro y nuestras manos vagaban libremente sobre el cuerpo del otro, ni mi exnovia me besaba con tanta pasión. Ese pensamiento hizo que me dejara succionar la legua en cada beso. 

P


Qué?" Pregunté un poco tímidamente, sintiéndome de repente muy cohibido.


"Definitivamente... ¡definitivamente!" La voz de mi padre está ronca por el deseo. Los recuerdos de mi madre me dicen que no pasará mucho tiempo. Pronto mi padre no podrá detenerse.


Veo a mi padre mirarse en el espejo. Sé que está mirando la curvatura de mi trasero, cómo se curva desde mis muslos antes de descender hacia mi estrecha cintura, los hoyuelos en la parte inferior de mi espalda, justo encima de la curvatura de mis nalgas.


Mi padre alcanza mi pequeña caja torácica y desliza sus manos debajo de mi cabello largo y suave mientras desabrocha el sujetador rosa de encaje de mi madre. Deslizo las correas de mis hombros estrechos y las bajo por mis delgados brazos. Levanto una pequeña mano y me quedo sin aliento al ver el sexy sujetador de mi madre colgando de mi delgado dedo antes de dejarlo caer al suelo también. Sin el apoyo del sostén de mi madre, mis grandes senos se hunden ligeramente al asentarse en mi pequeña caja torácica.


Sé que mi padre quiere ser quien le quite las bragas de encaje rosa a mi madre, así que espero, pacientemente de pie, jadeando de deseo. Papá se arrodilla. Miro hacia su cara entre mis redondos pechos. Parece estar buscando algo en mi ingle, pero sólo ve el vagina  plano de su esposa. La mancha en las bragas de mi madre se ha extendido aún más. Siento como si mi vagina  estuviera en llamas, está tan cálido y húmedo.

Mi padre baja los lados de las bragas de encaje con sus dedos romos, deslizándolas lentamente sobre mis nalgas redondas. Lentamente descubre mi ingle como si esperara ser sorprendido, pero solo expone los suaves rizos de mi fino vello púbico y, finalmente, los labios hinchados de mi vagina en el espacio entre mis muslos femeninos. Miro su rostro. Parece satisfecho de que no pasa nada. Papá acerca su nariz a mi vagina  olfateando. Sonrío con la firme certeza de que el olor almizclado de mi vagina  es exactamente igual al de mamá.


Mientras mi padre se levanta lentamente de sus rodillas, con el rostro lleno de deseo por su hijo, ahora su esposa, casi tengo mi primer orgasmo al pensar que mi propio padre no puede encontrar ninguna diferencia entre mi madre y yo. Para mi padre, soy su esposa, de 48 años, madre de sus dos hijos. Yo me embaracé de sus hijos y les di teta a ambos, estos senos producian leche, anticuerpos, proteínas para alimentar a sus hijos y ahora yo su hijo, que fue alimentado y se desarrollo tomó posesión de estos senos como propios. La fracción de recuerdos de mi madre partiéndome invade mi mente. Esas noches en vela que estuve despierto para darme leche, cuide de mi para que algún día pudiera disfrutar el trabajo duro de mami como mío. 

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Aterrizó otra vez a la realidad Mi padre se baja la bragueta de sus pantalones y me ruega en silencio que lo lleve. Instintivamente, le desabrocho los pantalones y se los bajo. Mientras me arrodillo, mis suaves pechos se mueven, siento su mano en mi cabeza. Miro fijamente una verga completamente hinchada a pocos centímetros de mi cara como si fuera la mejor paleta del mundo. Mi mano encuentra su pene, mis delgados dedos envuelven su pene, siento como una palpita su virilidad en mi mano femenina. Me emociona que mi padre sea tan grueso que mi pequeña mano no pueda alcanzar completamente su verga.

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Acercándome poco a poco, mi boca se abre ligeramente siento una emoción, mi mente trabaja a mil por hora, mi cuerpo temblaba de emoción y antes de darme cuenta, estoy besando suavemente su verga rígida. Lamiendo arriba y abajo el eje de su verga, siento que se endurece aún más. Finalmente, tomo la suave y sedosa cabeza de la verga de mi padre en mi boca, envolviendo mis labios suaves y carnosos alrededor del grueso eje de su verga. Poco a poco, asimilo más y más la pene de mi padre hasta sentir su virilidad en mi garganta. Papá gimió de placer y sentí su pene patear dentro de mi boca. Sonreí de satisfacción al saber el efecto que estaba teniendo en él.




Bromeo con la punta de su verga con mi lengua antes de cada golpe. Empiezo a ir más rápido, más profundo, más duro. Juego con las pelotas de mi padre con las puntas de mis largas uñas sabiendo lo mucho que lo disfruta.


Tengo que reducir la velocidad. No quiero que papá venga… al menos no todavía. Me limpio los labios y me levanto, mis grandes pechos se balancean mientras me muevo. Cruzando la habitación, me acuesto en la cama y lo espero. Se quita la ropa y se une a mí en la cama. Siento su peso sobre mí mientras separo las piernas con entusiasmo. Mi vagina  está empapado y ansioso por tenerlo. Su boca encuentra mis pechos y mis pezones erectos. La anticipación de lo que sucederá a continuación es abrumadora.



"¡Dios cariño, estás tan mojada!" dijo mi padre mientras frota el eje de su gran verga contra mi clítoris y sube y baja por mi raja una y otra vez.

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En momentos estoy gimiendo incontrolablemente, la intensa sensación de placer se extiende desde mi vagina  al resto de mi suave cuerpo. No creo que el placer pueda ser mayor que el que siento ahora, pero los recuerdos de mi madre me dicen lo contrario. Al pensar en esos pensamientos los temblores de emoción y ansiedad se intensifican desde mi cabeza hasta las puntas de mis suaves y delicados pies.

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Entonces lo siento por primera vez. La cabeza de su verga separa los pliegues de mis labios mientras busca entrar en mi vagina húmeda. 

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Mirando hacia un lado, observo cómo mi padre desliza lentamente su gruesa verga en mi atractivo agujero. Mii mundo parece girar mientras empuja su verga dentro de mí cada vez más, estirándome alrededor de su verga. Con mi vagina envuelta alrededor de él como un guante, sus manos se mueven debajo de mis muslos para posicionarse mejor y luego se deslizan hacia arriba para cubrir mis nalgas. Utilizo músculos que nunca tuve como hombre para apretar la verga con mi vagina. Mi placer aumenta aún más.Creo que nunca en mi vida me había sentido tan expuesto y vulnerable en ese momento. Estaba completamente abierta a él y bajo su control mientras su verga seguía arrastrándose más y más dentro de mí, sentirlo detrás mío afirmaba la dominación de poder que tiene sobre su pequeña y femenina esposa. 

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Envuelvo mis piernas alrededor de la cintura de mi padre tratando de meterlo aún más profundamente en mi vagina. Empujo mi vagina  y mi culo hasta encontrar su ingle mientras lo último de su rígida vara llena mi canal. Lentamente, sus caderas comenzaron a balancearse hacia adelante y hacia atrás, deslizando su rígida verga dentro y fuera de mí. Con cada embestida, me golpea cada vez más fuerte, mis grandes y suaves pechos se deslizan hacia arriba y hacia abajo sobre mi pequeño pecho con cada embestida. Me encanta el sonido húmedo de la verga de papá deslizándose dentro y fuera de mi vagina , el sonido de sus bolas con cada fuerte empujón hacia adentro. Mientras miro, siento la verga grande y gruesa de mi padre deslizándose dentro y fuera de mi vagina  mojado.




Cerrando los ojos, echo la cabeza hacia atrás gritando de placer cuando la cabeza de su vara golpea el punto G en la pared de mi vagina… el punto G de mi madre. La cama comienza a balancearse contra la pared mientras él me empuja más fuerte y más rápido. Me las arreglo para abrir los ojos brevemente y ver mis grandes pechos rebotar

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 incontrolablemente mientras papá golpea mi vagina  húmedo y caliente. Mis gruñidos y gemidos primarios ya no pueden controlarse. Echando la cabeza hacia atrás, grito de puro éxtasis diciéndole a mi padre que me folle, que me folle más fuerte, gritando su nombre, una y otra vez. El sudor corre por mi cuerpo mientras trato de controlarme. Por una fracción de segundo, pienso en mi en el la casa de mi novia, pero luego soy incapaz de pensar coherentemente por el intenso placer mientras papá pasa su verga por mi punto G una y otra vez. Lloro más fuerte, gimo más y más fuerte.


"Dios, se siente tan bien bebé. Mmmmphhh... no, no, oh Dios, por favor no pares. Oh, sí. Ohhhhhhhhhh. Sí, sí, sí, Dios sí". Pensamientos aleatorios pasan por mi mente. Yo vengo de este cuerpo. Así fue mi concepción. Mientras empiezo otra vez a gemir, mi esposo agarra y me callá la boca con su lengua, nuestras lenguas están en una lucha por ver quien subyuga al otro. Sentía como sus fluidos estaban sobre mi, “su esposa” cualquier psicoanalista que viera esto podría haber escrito toda una tesis, yo soy consciente de lo perturbador de la escena, repugnantemente pero mi padre cogiendo a su pequeña y femenina esposa que embarazo hace 24 años y ahora yo tomo el lugar de mamá. Ante este pensamiento repentino sentí un sudor frío y hundimiento en mi estómago, me pareció innombrable el acto que estaba haciendo, pero rápidamente se difumino al sentir la lengua de papá tocando mi garganta. Esto es la cosa más erotica que he hecho en mi vida, los pensamientos de cuando mi novia y yo éramos pareja, jamás tuve sexo con ella así, esta conexión sexual es envidiable, ni ella podría tenerla.

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Jadeo cuando siento una explosión brotando entre mis piernas y en lo profundo de mi vientre, algo completamente extraño y ajeno a mí. Apretando las sábanas con mis pequeñas manos, siento que mi vagina  se derrite con mi primer orgasmo, ondas de calor atraviesan mis genitales y mi vientre, extendiéndose por todo mi cuerpo. Gruño y gimo con todo lo que me queda en mí. Ya no soy capaz de pensar. El placer es demasiado intenso, demasiado abrumador. Dios, si los hombres supieran lo que sienten las mujeres durante las relaciones sexuales, todos querrían convertirse en sus madres o hijas.




Mi padre se retira justo después de que me corro por tercera vez, disparando su carga sobre mi vagina  y mi vientre. Su sustancia pegajosa salpica la hinchazón de mi suave vientre y mi pequeño mechón de vello púbico. Tal como lo habría hecho mi madre, froto su semen sobre mí. Nos derrumbamos juntos y miro a mi padre mientras le alcanzo a tocar la mejilla, pienso que mi destino siempre fue este.


Mi padre me sonríe, jadeando por el esfuerzo de hacer el amor. Le devuelvo la sonrisa, mi amor es obvio en mi rostro mientras él rueda sobre su espalda. 


"Eso se sintió maravilloso, cariño. Uno de los mejores sexos hasta ahora", dijo mi padre.



Apoyo mi cabeza en su pecho mientras él me rodea con su brazo y su mano grande acaricia suavemente mi pecho. Mientras lo abrazo le pregunto, que piensas de mi comportamiento,  te gusta?