Una segunda oportunidad cap.1

SE QUE NO LES PIDO MUCHO A CAMBIO PERO ESTARIA GENIAL QUE COMENTARAN QUE TAL LES PARECIO EL PRIMER CAPITULO DE MI NUEVA HISTORIA.

Prometo que si llegamos a los 15 comentarios publico la segunda parte antes del jueves  

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Ricardo agarró su bolsa del supermercado con fuerza mientras se abría paso lentamente por el concurrido centro comercial.

Resopló disgustado mientras veía toda la gente que estaba a su alrededor vio a unos adolescentes que estaban con su celulares "En mi tiempo no perdíamos el tiempo con esos y trabajábamos" resopló y luego continuó su camino.

Finalmente  logró atravesar la calle, refunfuñando para sí mismo que cada mes parecía ser un viaje cada vez más largo. El sonrió levemente, sabiendo muy bien que ya no era un hombre joven.

A los 73 años, estaba desacelerando más y más cada año, pronto se uniría con su amada esposa Dalia. Ese pensamiento trajo consigo una profunda tristeza, y mientras se agarraba el pecho con dolor cada vez que pensaba en ella. 

Con un profundo suspiro, Ricardo se obligó a apartar sus pensamientos del pasado y se centró buscar su carro. Esperaba encontrar algún tipo de regalo de Navidad decente para sus nietos por eso había ido al centro comercial

 A Ricardo definitivamente no le gustaba estar cerca mucha gente más. Todos los rostros jóvenes solo sirvieron para recordarle aún más a su propia edad.

 Cuando Ricardo se detuvo frente a las puertas de vidrio, miró al grupo de adolescentes que estaban sentados y vio que uno de ellos se ke habia caido un bonito medallón o eso creía.

Frunció el ceño al verlo, así que fue a recogerlo Ignorando el dolor en su cadera. Mientras volteaba a ver a una de las chicas  

"¿Qué estás mirando?" Exigió una chica con cabello largo y negro y también mucho maquillaje

, mirando a Ricardo. "Piérdete anciado." Añadió la misma chica. Ricardo se quedo perplejo "¿Tus padres no te enseñaron modales?" él replicó furiosamente,

La misma chica le arrebato el medallón “que es esto, una reliquia” dijo burlonamente, provocando un chasquido eléctrico entre los dos muy leve.

 Por un momento, Ricardo se quedó allí con la mandíbula abierta, mirándolos furiosamente. "¿Cómo te atreves ..." grito con incredulidad. "Sí", sonrió un chico, "saca tu viejo y escuálido trasero de aquí antes de que yo tenga que patearlo! "Entonces el chico se puso de pie y trató de parecer tan amenazante como él podría. Ricardo miró al chico y a los otros adolescentes que se habían levantado y estaban también tratando de parecer amenazante.

No tenía ninguna duda de que si lo atacaban; No había nada que pudiera hacer para defenderse

"Malditos mocosos mocosos. Hablando con sus mayores de esa manera!” Ricardo dijo

Una vez que llego a su casa luego se detuvo para sentarse en un banco y recuperar el aliento. Ricardo cerró los ojos, tratando de calmarse. Después de haber tenido dos ataques cardíacos ya, ciertamente no quería traer otro sobre sí mismo.

Una vez que Ricardo se calmó y descansó, dolorosamente volvió a ponerse de pie para acomodar sus compras del super

Después de casi una hora ya era de noche así que se puso su ropa para ir a dormir pero antes de poder acomodarse sintió  una ola de mareo que se apoderó de el.

 Por un momento, el único pensamiento que llenó su cabeza fue que era el momento. Estaba teniendo un paro cardiaco, y por fin iba a unirse con su amada esposa. Pero luego el mareo aumentado, finalmente la oscuridad lo reclamó. Tan repentinamente como el mareo se había apoderado de Harold, desapareció.

Como sus sentidos regresaron, lo primero que Ricardo se dio cuenta es que era de día y ya  no sentía dolor. Todo el dolor que había sentido, al que se había acostumbrado a sentir casi cada despierto minuto de su vida, se había ido. "¡Así que así se siente la muerte!" pensó con una sonrisa, luego abrió los ojos. Ricardo parpadeó, miró a su alrededor y se sintió confundido.

Por un momento, todo lo que Ricardo pudo hacer fue mirar a su alrededor. él, tratando de entender lo que había sucedido, por qué no sentía ningún dolor y donde estaba .

Ricardo miró hacia abajo para ver si tenía heridas. y se sorprendió por lo que encontró. Fue recibido por la vistada de una camisa rosa ajustada que mostraban dos pechos mientras estaba sentado en su trasero, de rodillas. Rodillas femeninas que formaban un hermoso monte venus.

Sus ojos vagaban por su cuerpo, su mente se negaba a creer, pero era una mujer mientras movía  sus brazos y llenando sus pulmones con cada inhalación. Ricardo se puso de pie, el cabello se derramaba por su cara

“Holaa?” su voz era suave y sedosa mientras llevaba sus manos a sus labios conmocionado, sintió la suavidad ahí mientras sus dedos rozaban su barbilla “qué paso” se pregunto en silencio mientras buscaba un espejo.

Al ver su delicada cara de ángel, como si de un calambre recorriendo su cabeza. Se trataba de la misma chica que lo había insultado